Es el resultado de cruzar cepas diferentes con el objetivo de combinar características específicas de cada progenitor. Este proceso de hibridación permite a los criadores mezclar propiedades como perfiles de cannabinoides, aromas, resistencia al estrés y rendimientos. Consiguen crear cepas que ofrecen múltiples efectos y especificaciones. Los híbridos pueden ser clasificados como dominantes en indica, sativa o equilibrados, según las variables heredadas. La versatilidad de los híbridos ha llevado a la creación de una amplia diversidad de propuestas, adaptadas para satisfacer preferencias individuales y abordar distintas necesidades terapéuticas.
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