Entorno controlado bajo techo, generalmente en instalaciones específicamente diseñadas para optimizar las condiciones de crecimiento. Estos espacios cerrados permiten un control preciso de factores como la luz, la temperatura, la humedad y la circulación de aire. Así, se crea un ambiente ideal para el cultivo de plantas de cannabis. Los cultivadores en jardines interiores pueden personalizar los aspectos ambientales para maximizar la producción y la calidad de las cepas. Esta práctica ofrece la capacidad de cultivar durante todo el año, independientemente de las condiciones climáticas externas. Además, proporciona un mayor nivel de seguridad y privacidad.
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