En medio del creciente interés por los supuestos beneficios terapéuticos del cannabidiol, surge una confusión sobre su verdadera naturaleza. ¿Es el CBD una droga?, ¿cómo afecta realmente al cuerpo humano?, ¿cuáles son sus usos médicos y qué dicen los expertos sobre su legalidad y seguridad?
En un panorama lleno de afirmaciones contradictorias queremos desmitificar el CBD y poner al descubierto la verdad detrás de este extracto natural. En la siguiente guía separaremos los hechos de la ficción sobre uno de los productos más debatidos de nuestra era.
¿Qué es el CBD? definición y origen
El CBD es uno de los muchos compuestos químicos conocidos como cannabinoides que se encuentran en la planta de cannabis. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), el cannabinoide más conocido, no tiene efectos psicoactivos.
Esto significa que no produce el “subidón” asociado con el consumo de marihuana. En su lugar, el cannabidiol ha sido objeto de investigación por sus potenciales beneficios terapéuticos.
Se extrae principalmente de dos variedades de la planta de cannabis: sativa e indica. Sin embargo, la planta de cáñamo, una variedad de cannabis sativa con bajo contenido de THC, se utiliza combinada para la producción de CBD.
La legislación en muchos países permite el cultivo de cáñamo, lo que ha facilitado el acceso a tales productos en el mercado. Es importante destacar que, aunque este proviene de la misma planta que el THC, sus efectos y propiedades son notablemente diferentes.
El CBD y el THC son los cannabinoides más estudiados, pero tienen características distintas:
- Efectos psicoactivos: el tetrahidrocannabinol es psicoactivo. Esto quiere decir que altera la percepción y el estado mental. En contraste, el cannabidiol no produce efectos psicoactivos. Por este motivo, se ha convertido en una opción atractiva que ofrece alivio sin alteraciones mentales.
- Uso terapéutico: ambos compuestos tienen aplicaciones médicas, pero el cannabidiol se ha investigado más ampliamente por su potencial en el tratamiento de condiciones como la epilepsia y la ansiedad, mientras que el THC se utiliza con más frecuencia para el manejo del dolor y la estimulación del apetito.
- Legalidad: la legalidad del THC varía según la jurisdicción. El cannabidiol derivado del cáñamo es legal en muchos lugares, siempre que contenga menos del 0,2% de THC.
La ciencia detrás del CBD
El cuerpo humano tiene un Sistema Endocannabinoide (SEC) que participa en la regulación de diversas funciones fisiológicas, tales como el dolor, el estado de ánimo, el sueño y el apetito. El cannabidiol interactúa con este sistema, aunque no se une directamente a los receptores cannabinoides como lo hace el THC.
El extracto modula la actividad de los receptores y puede influir en la producción de endocannabinoides, promoviendo un equilibrio en el cuerpo. Numerosos estudios sugieren que puede tener efectos antiinflamatorios, analgésicos y ansiolíticos. En definitiva, un candidato prometedor para el tratamiento de diversas condiciones médicas.
Es importante destacar que productos como los que se consiguen Arkano CBD están formulados para maximizar estos beneficios. Se trata de una opción segura y efectiva si buscas alternativas naturales y de confianza.
¿Por qué algunos lo consideran una droga?
La percepción del cannabidiol como una droga se deriva en gran parte de su asociación con la planta de cannabis. Muchas personas aún vinculan el cannabis exclusivamente con el uso recreativo y sus efectos psicoactivos. Esta visión ha sido alimentada por décadas de estigmatización y desinformación sobre el cannabis en general.
La falta de educación sobre dicho extracto y sus propiedades, junto con la historia de criminalización del cannabis, ha contribuido a la confusión. Además, en algunos casos, la comercialización de productos de baja calidad ha alimentado la desconfianza.
Asimismo, la ausencia de regulación en el mercado también ha llevado a la proliferación de productos que pueden no cumplir con los estándares de calidad. Esto refuerza la idea de que el cannabidiol es riesgoso o poco confiable.
Aquí queremos desmentir algunos mitos comunes sobre el CBD y su relación con el concepto de “droga”:
Mito: el cannabidiol es igual que la marihuana.
- Realidad: aunque ambos provienen de la misma planta, el cannabidiol no tiene efectos psicoactivos y se utiliza principalmente por sus beneficios terapéuticos.
Mito: el cannabidiol es adictivo.
- Realidad: la investigación sugiere que no presenta potencial adictivo, a diferencia del THC y otras sustancias controladas.
Mito: todos los productos de cannabidiol son iguales.
- Realidad: la calidad y la pureza pueden variar notablemente entre productos. Se sugiere elegir propuestas de marcas confiables que realicen pruebas de laboratorio.
Aplicaciones terapéuticas del CBD
El CBD ha sido objeto de estudios clínicos que respaldan su uso en el tratamiento de ciertas condiciones médicas. Uno de los ejemplos más destacados es el uso del Epidiolex, un medicamento aprobado por la FDA que lo contiene.
Este se utiliza para tratar formas raras de epilepsia, como el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox-Gastaut. Además, se ha investigado su eficacia en el tratamiento del dolor crónico, la ansiedad y otros trastornos.
Diferencias entre productos de CBD y drogas recreativas
Al elegir estos productos, asegúrate de prestar atención a la pureza. Los de alta calidad suelen ser extraídos de cáñamo cultivado de manera orgánica y sometidos a pruebas de laboratorio para garantizar su contenido y seguridad. Puedes visitar nuestra tienda cannabis Tarragona, donde recibirás los mejores consejos y asesoría al respecto.
En contraste, las drogas recreativas pueden contener aditivos y contaminantes que representan riesgos para la salud. Aunque el cannabidiol suele ser bien tolerado, puede causar efectos secundarios en algunas personas, como somnolencia, cambios en el apetito o malestar gastrointestinal.
Estos efectos son generalmente leves en comparación con los efectos secundarios de muchas drogas recreativas, que pueden incluir dependencia, problemas de salud mental y daño físico. En todo caso, recuerda estar bien informado sobre los posibles efectos y siempre consulta a un profesional de la salud antes de empezar cualquier tratamiento.